Hoy, 1 de mayo, quiero dedicar unas palabras sinceras a quienes sostienen con su esfuerzo nuestra tierra: los trabajadores del campo y todos aquellos que día a día luchan sin un contrato, sin seguro, sin derechos, pero con el mismo compromiso de siempre.
No es justo que quienes alimentan a todo un país vivan sin agua, sin salud, sin oportunidades. Por años se les ha dado la espalda, y eso tiene que terminar. No puede haber progreso si quienes trabajan más viven con menos.
Desde aquí, reafirmo mi compromiso: vamos a cerrar esa brecha. Apostaremos por la formalización rural, por llevar servicios básicos a los centros de producción agrícola, por mejorar el acceso a salud y por dignificar el trabajo en cada rincón de Junín.
Porque el trabajo no debe doler, debe dar esperanza. Y ustedes, que nunca se rinden, merecen algo mejor.
Feliz Día del Trabajador. Sigamos adelante, con fe y unidos, que todo lo que soñamos, con esfuerzo y justicia, es posible.
